EDUCACIÓN Y SOCIEDAD UCLM: CLIMA ESCOLAR Y EL ACOSO ESCOLAR

Aprovechando el día de hoy, 2 de mayo, podemos decir que es una fecha muy importante sobre todo para nuestro sector ya que hoy se celebra el "Día Internacional contra el Bullying o acoso escolar", con el objetivo de concienciar a la población sobre este problema que afecta dentro de las aulas de todo el mundo.

Antes de conocer que es el acoso escolar, dónde cada uno tendrá su propia definición, debemos preguntarnos ¿Qué es el Clima escolar?

Podemos definir el clima escolar, como un conjunto de actitudes hacia el aula o desde el mismo aula, de tareas que se llevan a cabo a través del docente y los alumnos, definiéndose entre ellos un modelo de relación. En términos generales, podemos también decir que son las condiciones organizativas y culturales de todo el centro educativo y de qué manera vive el alumnado esta etapa escolar a través de la comunidad educativa, es decir, el resultado de un estilo de vida marcado por las relaciones e interrelaciones creadas de unos comportamientos que configuran los propios miembros del aula y de los centros educativos.

Nos encontramos con múltiples dimensiones que abordan el clima escolar:

Por un lado, tenemos la dimensión estructural, basada en la organización de los roles, las expectativas de los estudiantes en las clases y el hecho de compartir como grupo normas de conducta.

Por otro lado, también encontramos una dimensión afectiva, donde se tratan las formas concretas mediante las que cada personalidad individual satisface sus necesidades.

A parte de estas dimensiones, también existen otras como:

Dimensión académica: normas, creencias, prácticas de la escuela, etc.

Dimensión social: Comunicación e interacción.

Dimensión física: Aspectos físicos y materiales y su mantenimiento.

Tenemos que tener en cuenta que este fenómeno se ve influenciado por numerosos factores que nos podemos encontrar dentro del aula, como son:

El tipo de prácticas que se realizan en el aula.

Por las condiciones físicas y ambientales del aula.

Por la personalidad e iniciativas del profesor.

Por la homogeneidad o heterogeneidad del grupo.

Por la orientación que el equipo directivo da a sus funciones, de la coherencia en las propuestas y tendencias del proyecto educativo.

Del medio social en que se encuentre el centro

De la participación de los padres en el ámbito escolar.

Gracias a este clima, podemos abordar conflictos que nos podamos encontrar en nuestras aulas e introduce una convivencia más fácil para evitar los acosos.

Podemos decir que existen multitud de factores o elementos para poder trabajar y favorecer el clima escolar:

1. Respetar a todos y todas las personas que formas parte del sistema educativo, es decir, docentes, familiares, alumnos y personal de centro.

2. Programar actividades dónde se pueda acoger a cualquier persona nueva al centro.

3. Enseñar valores a sus alumnos y trabajar la cooperación.

4. Favorece las relaciones entre los miembros y facilita positivamente su convivencia.

5. Ser agradable con el alumnado y preocuparse por ellos.

6. Muéstrate participativo o colaborador en ayudar a los que tienen algún problema que puedan estar sufriendo y ayudarles en todo momento a través de la motivación y felicidad.

Una vez que tenemos claro el concepto y los factores influyentes del clima escolar, tenemos que saber que dentro del sistema educativo, existen dos tipos de clima. Por un lado, nos encontramos con el clima institucional (macroclima), y por otro, el clima de clase (microclima)

CLIMA INSTITUCIONAL

A través de esta presentación de L. Alonso Busso, podemos saber en que consiste con mayor detalle el clima institucional.

CLIMA ESCOLAR

Dentro de este clima encontramos el clima positivo, dónde todo el alumnado, profesorado y familiares, forman un grupo adecuado y sin tener ningún problema entre ellos. Pero, por otro lado nos encontramos con el clima negativo, cuando dentro del aula surgen los "conflictos".

Es inevitable que los conflictos dejen de existir ya que surgen por nuestras diferencias, por lo que, lo que cobra importancia no es el conflicto en sí, si no la forma en la que se abordan.

Para poder solucionar cualquier conflicto, es indispensable que las partes confrontadas tengan consciencia y hayan asimilado la existencia de sus problemas. Como docentes debemos ser capaces de solucionar esos conflictos a través de las tutorías. A través de las tutorías, podemos intentar dirigir y orientar en el proceso educativo y en colaboración con los familiares. El objetivo por tanto, consiste en contribuir a que todas las actividades que se desempeñen en el aula se genere dentro de un clima encaminado hacia el respeto, participación, tolerancia y libertad.

El conflicto más destacado es el "Bullying", que consiste en cualquier forma de maltrato físico, psicológico o verbal que un niño o grupo de niños ejercen sobre un compañero durante un tiempo determinado de manera directa o indirecta.

Hay varios tipos de acoso:

Físicos directos: Golpeos, escupir, tirar del pelo, dar patadas, pelearse.
Físicos indirectos: Espiar, seguir a un compañero todo el rato, hacer especulaciones, pintar su nombre por todo el colegio, escribirle notas constantemente, etc.
Verbal: Amenazas, burlas, insultos, poner motes, resaltar los defectos, etc.
Material: Romper cosas, robar, esconder objetos, etc.
Social: Dejar de lado a un compañero, influir en otros compañeros para dejar de lado a otros, etc.

Dentro del acoso o bullying, encontramos varias situaciones que son fundamentales que entendamos:

Por un lado encontramos la figura del Agresor, se caracteriza por:

Ser fuerte físicamente

Conducta agresiva y violenta con los que considera más débiles.

Evita ser descubierto

No sabe ponerse en el lugar del otro ni comprende sus sentimientos.

El agresor por tanto, en cuanto a efectos sociales, no cumple con las normas y asocia el prestigio social con la violencia. Respecto a los efectos escolares, posee un bajo rendimiento y no se adapta a la clase. Por último sus efectos psicoemocionales, falta de empatía, inestabilidad, crueldad e ira y baja responsabilidad.

Por otro lado, encontramos la figura de la Victima, que se caracteriza por:

Ser considera como persona más débil físicamente o psicológicamente

Se le discrimina por tener gustos diferentes a los demás, pos su país, etnia, religión, discapacidad, etc.

Puede parecer cobarde ya que no es capaz de defenderse

A veces se caracteriza por su timidez y su inseguridad

La víctima por tanto tiene unas consecuencias que influyen en sus aspectos físicos, escolares y psicoemocionales:

Efectos físicos: ansiedad, dolor de estómago, dolor de cabeza, alteración del sueño, etc.

Efectos escolares: evitan ir al colegio, menor capacidad de concentración, bajo rendimiento y menor interacción social.

Efectos psicoemocionales: Inseguros, tímidos, solitarios y sentimiento de culpabilidad.

Por último, encontramos la figura del Espectador, que se caracteriza por:

Ser el compinche del agresor

Refuerza e incita el acoso

Ajenos a los que ven el acoso y no hacen nada.

Defensor de la víctima.

La figura del espectador tiene consecuencias sociales como la falta de solidaridad, sumisión y aprende a conseguir sus objetivos mediante conductas antisociales. Por otra lado, también tiene efectos psicoemcionales como la pérdida de empatía, indiferencia ante el dolor de los otros y asumen que la vida social funciona con la "Ley del más fuerte".

Además del Bullying encontramos otras serie de acosos como el acoso laboral, acoso online y el acoso sexual.

Estos tipos de acoso es un gran problema ya que en 2014, UNICEF calculó que 1 de cada 3 niños en el mundo sufre de acoso escolar. Por ello, con motivo del Día Internacional contra el Bullying, se realizan diversos actos en los centros escolares para promover un buen ambiente en las escuelas y evitar que el acoso escolar pueda producirse en cualquier colegio o centro educativo.

En conclusión, me parece muy interesante que a través de este día tan importante, tenemos que tener en cuenta que como futuros maestros debemos evitar estos conflictos haciendo que el clima del aula sea positivo. Para ello, es necesario que como docentes nos involucremos en las necesidades, sentimientos y problemas que tiene cada niño o niña y poder ayudarle en todo momento evitando así problemas más graves como el acoso.